...tierra soñada por mi ...

Debería continuar diciendo .."mi cantar se vuelve gitano ..." pero como no es asi me quedo solamente con la introducción, que es la traducción directa de la intención y el espíritu que me trajo a España.

Granada siempre significó un embrujo especial para mi, y si alguna vez pensé en venir a estas tierras fue por conocerla ... y aqui estoy caminando sus calles, aspirando el azahar de sus naranjos y disfrutando sus atardeceres ... todo un bálsamo para el espíritu.

Pero antes de comenzar el relato de lo que hasta ahora vimos tengo que dedicar un párrafo muy especial para la gente que nos recibió: Francisco Javier, Antonio Carlos, Rosa, Begonia, Carlillos, Paco, Julia y Maricruz, todos primos de Mariana. Parece que nos huebieramos conocido desde siempre y ellos tratando de que probemos todo, conozcamos todo, disfrutemos al máximo su tierra andaluza.

Acá todo fue distinto. Mariana y Gustavo ya conocían asi que al llegar no nos perdimos (como ocurrió casi siempre en la entrada a las ciudades) y los chicos se mostraban distendidos, como si volvieran a su casa. Después de almorzar en el parque de la casa de Federico García Lorca unos sandwichitos que fueron nuestra compañía de todos los mediodías, prometimos que serían, sino los últimos uno de los últimos. Luego fuimos al Hotel Guadalupe donde Javier y Carlos trabajan y que está situado frente a la Alhambra y alli empecé a estar en la gloria. Pues durante los tres días que duró nuestra estancia alli caminamos muchas veces los alrededores y los parques que rodean ese monumento histórico que marca los casi ocho siglos de estancia árabe en España.

Conocimos el centro y nos llevaron a almorzar unas tapas de pescados y mariscos fritos que aun guardo en las papilas gustativas. Al dia siguiente desafío de padel con Carlos y Javier y una agradable tertulia deportiva. Lo más interesante de esto es que jugamos en una cancha con paredes de vidrio, piso de alfombra con granos de sal y a casi 1000 metros de altura snm. Cancha lenta que permite puntos largos y que te quita piernas aceleradamente y donde hay que tener cuidado para evitar lesiones, pues las zapatillas están como atornilladas al piso y no permiten casi ningún desplazamiento, salvo cuando pisás algo de sal y te sentás de culo, cosa que le pasó a Gustavo y a Carlos con casi esgince de tobillo y rodilla respectivamente, pero que felizmente se sobrellevó muy rapidamente. Personalmente debo aclarar que me dolieron hasta las pestañas durante las 24/48 horas posteriores. Lo mejor de esto es que hubo una promesa formal de repetir el encuentro en Argentina lo mas pronto posible.

Y Uds. dirán que este tour tiene un alto componente gastronómico -y tienen razón- sobre todo acá en Granada. Por la noche jamón ibérico, buenos vinos y otras delicatessen en casa de Carlos.

Y al dia siguiente llegó el momento de conocer a Paco, Julia y Maricruz el resto de la familia y los que no dieron las llaves del departamento de la Tia Cruz, que será nuestro alojamiento hasta el momento del regreso. Acá también cocidos, tocino y morcilla frita y natilla con canela de recibimiento y al dia siguiente torrijas por la tarde y sin levantarnos de la mesa llegamos a la cena con boquerones (pescado pequeño que se come entero) fritos, ensaladilla rusa (que tiene gambas, atún, etc) y de postre dulce de leche con canela.

Uds. se preguntarán como sigue esto: Pues se lo contaré ... esta noche espectáculo de flamenco que nos consiguió Javier, mañana paella en su casa al mediodía, el lunes a mediodía degustación de vinos en un sitio especial y a las 2 de la tarde visita a la Alhambra guiada por Carlos y Javier

(Uds. se creían que nos habíamos olvidado de visitar o de hablar de la atracción máxima de Granada ?) Que va tio ...

Después, en un auto que ya alquilamos nos vamos para La Alpujarra, donde nos esperan nuevamente Paco y Julia y donde seguiremos comiendo con seguridad. Alli estaremos hasta el miércoles y ya de vuelta a preparar las valijas y en el mismo auto partida el jueves a la mañana rumbo a Madrid, desde donde a las 22,30 partiremos -si Dios quiere- rumbo a Buenos Aires.

Si cuando nos veamos ... no nos conocen es porque engordamos varios kilos.

No es para tanto, nos cuidamos bastante.

El cierre definitivo no se cuando lo haremos ... en algún lugar donde tengamos un poco más de tiempo.