viernes, 20 de febrero de 2009

¡Uh la la! Paris


Como se me esta haciendo cada vez mas difícil escribir con París voy a adoptar una nueva estrategia, va a ser como un diario en el que contare como fue el día, así no se me escapan las ideas que van surgiendo. Espero quede bien.


Día 1, martes


Salimos muy temprano de Amsterdam en colectivo, donde pudimos apreciar los paisajes de Holanda, Bélgica y Francia. Finalmente, y después de que en la frontera de Francia con Bélgica los de la aduana nos revisaran los cinco bultos que llevamos buscando no se que mierda, llegamos a París a las cinco de la tarde. Ya estaba oscureciendo así que no vimos mucho de la ciudad, que da la impresión de ser tan linda como dice todo el mundo. Los que también dan la impresión de ser como dice todo el mundo son los franceses, bastante mugrientos y por demás maleducados. Obviamente te hablan en francés y no se les entiende nada y no les hace ninguna gracia que le hables en ingles por lo que mientras pueda no voy a tratar con ellos, y cuando lo tenga que hacer lo voy a hacer por señas. Mañana va a estar lindo así que veremos que conocemos.


Día 2, miércoles


Hoy no nos levantamos temprano porque estábamos liquidados por el viaje, así que a las 10 nos despertamos, tomamos unos mates y tipo once y media arrancamos para el centro. Dimos una vuelta por el Louvre y la torre Eiffel, para nombrar algo conocido. La verdad es que la ciudad en tan linda como dicen, caminamos bastante y cada rincón es interesante. Hoy el clima no fue tan bueno como esperábamos, el pronostico decía sol, pero al final estuvo nublado casi todo el día y a la tarde nevó un rato. Como cosa curiosa que vimos fue que descubrimos que tan linda y perfecta no es la ciudad, las plazas (como la del Louvre y los Campos de Marte) tienen una tierra arcillosa que cuando se moja un poco (como hoy) se hace un barrial casi intransitable. Esto hace que las puteadas ante cada enterrada y resbalón le quiten el romanticismo a la ciudad, así que el consejo es que tiren un poco de chicharrón o algo parecido. Otra cosa que me llamó la atención fue que en las vidrieras de Lafayette, entre los maniquíes y vestidos había un flaco tocando obras de Chopin en el piano. Otra cosa que nos llamo la atención es que ves a varios chantas tratando de cagarte, las que te quieren hacer firmar en contra de no se que mierda y hasta uno que mágicamente levanto del suelo un anillo de oro que se me cayo a mi. Seguro, como si yo viniera de un monasterio en el Tíbet, ¿no vieron Nueve Reinas estos? Bueno ya mañana arrancaremos con las visitas especificas y mas entretenidas. Au revoir. 




Día 3, jueves


Hoy llovía un poco a la mañana así que decidimos ir al cementerio, no es  el mejor de los planes pero es lo que hay. Fuimos al Cementerio, donde están algunos personajes celebres, entre los que nosotros mas conocíamos Oscar Wilde, Chopin y Jim Morrison. El cementerio es muy grande así que en la entrada tenes un listado de las tumbas famosas marcadas en un mapa, elegimos lo mas interesante y encaramos. En el interior no hay mas mapas y esta lleno de callecitas por lo que obviamente nos perdimos y no encontramos a nadie, así que volvimos a la entrada a ver el mapa de nuevo. Esta vez elegimos las que estaban mas cerca y le sacamos una foto al mapa para poder guiarnos un poco mas, y lo logramos. El problema es que luego de un par de fotos me quede sin pilas y me había olvidado la de repuesto en el hotel por lo que suspendimos nuestra visita a la Bastilla y a Notre Dame y pegamos la vuelta al hotel, donde tomamos unos mates, comimos budín y descansamos un poco para salir a la tardecita rumbo al barrio de Mont-Martre que esta cerquita. En este barrio, las atracciones turísticas mas conocidas son la Iglesia del Sagrado Corazón (el Sacre Coeur) y por otro lado bien distinto, el Moulin Rouge, que como sabrán el molino era de adorno y el lugar era un verdadero quilombo (nunca mejor dicho). Fuimos ya de noche así que vimos bien como es la movida en la zona del Moulin, muchos cabarets, sex-shops y esas cosas, mucho ruido y luces. A unas dos o tres cuadras de ahí esta el Sacre Coeur, al que para llegar e instalarse en lo que es verdaderamente el barrio de Mont-Martre hay que subir unas escaleras interminables. Esto es así porque Mont-Martre quiere decir Monte de los Mártires y como el mismo nombre va diciendo se trata de un monte, colina, barda o como lo quieran llamar. Lo bueno es que de ahí arriba se ve toda la ciudad y de noche es un espectáculo realmente digno de ver. La iglesia es linda pero ya después de todas las que vimos, puedo afirmar que no son todas iguales, las de Italia son mas lindas.





Día 4, viernes. Día de sol


Por fin salió el sol, en contra de todos los pronósticos y aprovechamos el día a full, ahora nos duelen hasta los músculos de la cara pero bueno, esperemos que mañana llueva así nos quedamos en el hotel. Les hago un repaso de lo que vimos hoy, primero la Bastilla, que es una plaza muy pequeñita donde hay un monolito bastante alto. Alguna vez en ese mismo lugar estuvo la Bastilla, que era una muy famosa cárcel donde estuvieron algunos personajes celebres como Voltaire, el hombre de la mascara de hierro y el Marques de Sade, y que fue derrumbada durante la revolución francesa. De ahí fuimos hasta el río y bordeandolo llegamos a la Catedral de Notre Dame de París, la del jorobado, que es realmente muy linda (y tétrica a la vez), pero al igual que la del Sacre Coeur por dentro pierde por goleada ante las italianas. Ahí nos sentamos un ratito a descansar las piernas y partimos rumbo al arco del triunfo, que al ser tan grande parece que esta cerquita pero caminas y caminas y no llegas mas. El arco es para la foto, no tiene demasiado atractivo, es mas simbólico que otra cosa, lo que no se puede negar es que es gigante. De ahí volvimos caminando por la Avenue des Champs Elysées entre tiendas de alta costura, restaurantes y casas de autos. La avenida es realmente muy linda, muy amplia, empedrada y con unas veredas anchisimas, pero sigo buscandole cosas para criticar a la ciudad y la de hoy es que en todo Champs Elysées no encontré un tacho de basura y para rematar pisé una baldosa floja, que como hoy no llovió no llego a lograra su cometido, como bien lo logran las de Buenos Aires. Nuestra ultima visita del día fue nada menos que el Louvre, el museo mas grande del mundo, al que fuimos tarde porque era mas barato y porque como ya estoy cansado de decir, los museos no son nuestra debilidad. Desde mi humilde punto de vista, no tiene demasiado, a nosotros nos gustó mas el British Museum de Londres. En este está la Gioconda, a la que realmente nadie le ve nada del otro mundo pero algo debe tener para ser tan famosa. Lo que es verdad es que depende de como lo mires al cuadro la mina te sonríe o se pone seria, apenas, tampoco es que se caga de risa y después te pone cara de culo. Otra obra famosa es la Venus de MIlo, acá si que solicito ayuda de alguno que sepa algo de arte, porque para mi no es mas que una escultura mas de las diezmil que hay con la diferencia que a esta le faltan los brazos. Entre nosotros es bastante porfiadita de cara también. Aparte de estas dos cosas lo único que nos gusto del museo fueron los apartamentos de Napoleón III, en los que se ve lo ostentoso y lujoso del modo de vida de esta gente, arañas, sillones, vajilla, ropa, etc. El museo tiene tantas cosas que si te quedas un minuto viendo cada una necesitas un mes para recorrerlo, nosotros en dos horas liquidamos el tramite y nos vinimos a comer una baguette, con la panza vacía no se puede apreciar el arte.



Día 5, sábado


Esta vez si le pego el pronostico por lo que llovió y nevó todo el día así que hoy nos lo tomamos para descansar y nos quedamos en el hotel y la verdad que nos vino bárbaro, ya necesitamos vacaciones de las vacaciones.



Día 6, domingo


Hoy estuvimos como dos pibes en una juguetería dentro de un parque de diversiones, literalmente. Nos levantamos temprano y nos fuimos a tomar el tren, y luego de un viaje de 40 minutos aproximadamente estábamos entrando al mundo mágico de Disneyland París. Mariana estaba realmente como un chico, y no es para menos, todo el que haya estado en un parque de estos sabe que está todo tan bien armado que es realmente un viaje a otro mundo. Las construcciones, la música, los muñecos que se pasean por ahí, todo. La pasamos muy bien, pasamos un poco de frío en alguna cola de hasta hora y media para entrar a algún juego, pero valió la pena. Llegamos al hotel otra vez hechos mierda a las once de la noche, pero ya nos queda un día y nos vamos para lo de Gonzalo, donde seguramente recarguemos un poco las pilas.



miércoles, 18 de febrero de 2009

Sexo, drogas y rock n' roll


Nosotros con el museo "Nemo" de fondo (no es un barco)

Para empezar voy a dar algunos datos de la ciudad para situar al lector. 1.000.000 de habitantes, 500.000 bicicletas, 125 nacionalidades, 160 canales, 250 tranvías, 220.000 arboles, 42 museos, 210 obras de Vincent Van Gogh. Todos estos números acompañados de coffee-shops (lugares donde se venden y consumen libremente drogas blandas) y prostitución legal con las chicas en vidrieras y eutanasia permitida. Amsterdam es la capital de Holanda, Nederland (países bajos), llamados así porque gran parte del país se encuentra bajo el nivel del mar. Para evitar que se inunde tiene unos diques y se bombea el agua diariamente, en un principio con los famosos molinos y hoy en día con algo un poco mas moderno supongo. Otra cosa muy particular de Amsterdam es que hay muy pocos autos, por lo que es muy silenciosa, ya que los tranvías al ser eléctricos no hacen mucho ruido. El idioma que se habla es el holandés o neerlandés, que es una mezcla rara de (para mi) ingles, alemán, francés y alguno mas, en resumen no se entiende un carajo. Pero la gente es muy amable y la gran mayoría habla ingles, por lo que comunicarse no es para nada complicado.

Bueno, ahora les voy a contar nuestra experiencia en Amsterdam. La mayoría de los turistas vienen a la ciudad en busca de alguna de sus tres grandes atracciones: los cofee-shops, el barrio rojo o los museos, o las tres juntas. Nosotros particularmente no hicimos ninguna de esas cosas, aunque las vimos todas no consumimos de ninguna. Los museos mas importantes son el de Van Gogh, la casa de Rembrandt y la casa de Ana Frank pero dada nuestra poca afición a los cuadros y a los refugios anti-nazis pasamos por afuera y nada mas. Al barrio rojo, que se llama así por las lucecitas rojas que hay en los umbrales desde hace mucho tiempo ya, intentamos ir varias veces pero el frío nos lo impedía. Durante nuestra estadía hizo un promedio de cinco grados bajo cero por lo que después de tres o cuatro horas de andar caminando por ahí nos volvíamos al hotel a tomar unos mates y tratar de descongelarnos los dedos, y no llegábamos al atardecer para ir a ver “vidrieras”. Pero como no somos ningunos tontos un día salimos mas tarde y pudimos llegar a la noche, aunque nos cagamos de frío un poco. El lugar es como se ve en la tele, las prostitutas están el las vidrieras esas y la gente pasa, mira elige y entra, o no. Es realmente muy pintoresco pero no pudimos sacar fotos ya que no se puede y por si aparecía un grandote a romperme la cámara, respete la restricción. Al lado del barrio rojo es la zona donde mas cantidad de coffe-shops hay, y si te vendan los ojos los encontrás también porque el olor los delata. Nuestra idea era entrar a alguno a ver como era, no somos consumidores de los productos que se venden pero íbamos a entrar a tomar algo, hasta que nos enteramos que no venden bebidas alcohólicas y desistimos de entrar. Lo que si hicimos que hacen muchos turistas es alquilarnos una bici, de esas viejas con freno contra-pedal, y nos fuimos a recorrer un poco la ciudad. La verdad que fue de lo mejor que hicimos en el viaje, muy divertido mientras nos lo permitió el clima, hasta  pasamos por arriba del hielo en un canal congelado!!! También dimos un paseo en barco por los canales, con las típicas casas que ven en las fotos. Las casas tienen la particularidad de tener cinco o seis metros de ancho y tres o cuatro pisos, son todas muy parecidas y por si no lo notaron hay muchas que están inclinadas. Esto es porque como subían las cosas con sogas hasta los pisos mas altos, los objetos iban chocando contra la pared y rompían las fachadas y al inclinarlas un poco solucionaban ese problema, cosa ‘e Mandinga!


Nuestra experiencia en bici


Bueno, para terminar vale aclarar que la época en la que visitamos Amsterdam no es para nada recomendable, hace mucho frío, pero igualmente nos encantó y valió totalmente la pena.



viernes, 13 de febrero de 2009

Tres tristes tigres*

* Por Mariana

Después de una larga ausencia vuelvo a mi tarea de intentar expresarles la parte sentimental de este viaje. Que como se imaginaran tiene mucha carga emotiva para nosotros. Básicamente estamos cumpliendo un gran sueño. Viajar para nosotros es una de las cosas mas emocionantes, y el poder hacerlo juntos lo hace aun mas … no encuentro la palabra justa. 

Para ponerlos en situación debo decir que estamos de “Luna de miel”, a lo que todos pensaran que somos muy afortunados, y la verdad que si, no se puede pedir más, estoy segura de que el viaje nos seguirá sorprendiendo, pero lo vivido hasta el momento como ya les contó Gus es indescriptible. 

Cada ciudad a la que llegamos, nos deja con la boca abierta, y nos llevamos de cada una muchísimos recuerdos. Es difícil contarles lo que nos va pasando, es algo que hay que vivir. Pero no se preocupen que seguimos intentandolo.

Voy a resumir en esta entrada tres cosas para mi muy importantes, ligadas a mi familia lo que las hace para mi mas especiales...Los padrinos, principalmente y dos luagres que visite que realmente me teletransportaron a mi infancia.

Para situar a los que no me conocen tanto, crecí escuchando a los Beatles, viendo a Maradona jugar al fútbol y extrañando a Los padrinos.




“Los padrinos” Marisa y Oscar son amigos de mis viejos, hace mucho tiempo, se vinieron a Italia hace 27 años, con el mismo espíritu aventurero que tenemos hoy nosotros.  Aunque no fueron tantas las veces que pude verlos en todos esos años (cada vez que llegaban a Cinco Saltos era una fiesta) por suerte mis viejos se encargaron de contarnos lo que los padrinos son para ellos, y en ese sentido me siento muy orgullosa. Uno elige a sus amigos y estos son el reflejo de uno, no?

Hace algunos meses en España decidimos que la mejor manera de pasar las fiestas era compartiéndolas con ellos, y la verdad que no nos equivocamos, pasamos una Navidad muy distinta, cagados de frío y comiendo “pizza”, totalmente diferente a lo acostumbrado en casa, pero muy bien acompañados, seguramente nunca nos olvidaremos de esta Navidad.




Al llegar a Napoli sentí algo particular, la sensación era de estar en Buenos Aires, la sociedad Argentina es muy parecida a los Napolitanos. Ellos aman a Maradona por lo que apenas decíamos que éramos argentinos, nos trataban con mucho cariño, también dicen que son un despelote con el transito y que roban bastante a los turistas, cosa que casi nos pasa. Pero lo importante para mi fue ir por primera vez a “la cancha” a ver un equipo de primera, a un estadio que vio “al Diego” hacer maravillas. A muchos les extrañara escucharme hablar así de fútbol, pero realmente me gusta y es algo que  compartí con mi viejo y mi hermano y no pudo emocionarme mas estar en la tribuna viendo al Napoles jugar, me hubiera gustado que mi viejo estuviera ahí pero las cosas son así.




Esto si que es bue-ni-si-mo

Ir a la ciudad que vio nacer a The Beatles fue para mi muy emocionante.

Liverpool es hermosa, y tiene algo como de melancolía, que yo asocio directamente a estos personajes.

Para los que como yo crecieron escuchando los mensajes de paz y amor de estos muchachos, no se imaginan lo que se siente haber estado ahí.

Lo primero que hicimos es ir al Museo, te reciben en la entrada con “Penny Lane” yo ya tenia un nudo en la garganta, después recorres la historia viendo fotos, instrumentos, estatuas, y a su vez vas escuchando su música.

De ahí a la casa de John Lennon, a Penny Lane, la calle donde creció, al Strowberry fiel a The Cavern. En cada unos de estos lugares se nos acerco alguna persona mayor muy orgullosa de Los Beatles a contarnos algo. Una experiencia realmente magica.


Bueno, espero no ausentarme tanto pero la verdad es que se hace difícil ponerse a escribir y ademas Gus lo hace muy bien, no?

martes, 10 de febrero de 2009

Magical Mystery Tour


Para disfrutar al máximo de esta lectura recomendamos poner cualquier tema de los Beatles (si es Penny Lane mejor) a un volumen considerable y dejarse llevar. Bienvenidos!!!




In penny lane there is a barber showing photographs

Of every head he's had the pleasure to know.

And all the people that come and go

Stop and say hello.


On the corner is a banker with a motorcar,

The little children laugh at him behind his back.

And the banker never wears a mack

In the pouring rain, very strange.


Penny lane is in my ears and in my eyes.

There beneath the blue suburban skies

I sit, and meanwhile back


In penny lane there is a fireman with an hourglass

And in his pocket is a portrait of the queen.

He likes to keep his fire engine clean,

It's a clean machine.


Penny lane is in my ears and in my eyes.

A four of fish and finger pies

In summer, meanwhile back


Behind the shelter in the middle of a roundabout

The pretty nurse is selling poppies from a tray

And tho' she feels as if she's in a play

She is anyway.


In penny lane the barber shaves another customer,

We see the banker sitting waiting for a trim.

And then the fireman rushes in

From the pouring rain, very strange.


Penny lane is in my ears and in my eyes.

There beneath the blue suburban skies

I sit, and meanwhile back.

Penny lane is in my ears and in my eyes.

There beneath the blue suburban skies,

Penny lane.I




Esa es la letra de Penny Lane, una canción de una banda llamada The Beatles. Para no traducirla y que los que no saben ingles no estén tan perdidos les comento que habla sobre una calle de Liverpool, bastante en las afueras, muy cerca de la casa donde nació un tal John Winston Lennon. Esta fue una de las paradas de nuestro tour, en la que vimos la escuela a la que fue John, el banco de la esquina que nombra en la canción y charlamos con algunos vecinos de avanzada edad que al vernos sacando fotos al cartel de la calle se acercaban y nos contaban historias sobre los celebres ex-habitantes del barrio. Pero mejor volvamos al principio.

El tour arranco con algo que no conté de la experiencia londinense: la visita a Abbey Road. Abbey Road es también una calle de Londres, que da nombre a un estudio de grabación que seguramente es el mas famoso del mundo y donde han grabado casi todos los genios de la música contemporánea. Esta calle da nombre al ultimo disco grabado por los Beatles (no el ultimo en salir, que fue Let it be, que estaba grabado con anterioridad) y cuya famosa tapa es la que los cuatro muchachos estos están cruzando la calle. Intentamos recrear la cruzada pero para poder sacar la foto del mismo ángulo que en el disco había que pararse en la mitad de la calle y no estaríamos contando esto. Costo bastante que no hayan muchos autos pero al final pudimos hacerlo, para muchos parecerá una boludez pero para nosotros fue algo realmente emotivo.



La siguiente parada fue ya en Liverpool, ciudad natal de los integrantes de la banda (por si había algún colgado, es por eso que les decían “Los cuatro de Liverpool”, por eso y porque eran cuatro). Esta parada fue precisamente el “Beatles Story”, que es un museo que te va guiando en forma interactiva con la historia de la banda y donde ves cosas de ellos como trajes, instrumentos, un par de lentes de John y una recreación de la habitación blanca con el piano que combinada con la música de fondo hace que se te aflojen hasta los cordones, realmente muy lindo.

De ahí arrancamos para la tercer parada, Penny Lane, de la que ya hable antes, no voy a repetir lo mismo. Cerca de ahí esta la cuarta, Stroberry Field, que hoy está bastante abandonado y en su momento era un orfanato al que Lennon iba a jugar cuando era chico y que le dio nombre a la canción. A la vuelta de ahí está donde este mismo Lennon se crío, la casa de su tía, a la que se puede entrar pero nosotros no sabíamos y fuimos en un horario en el que ya estaba cerrada, aunque dicen que no hay nada para ver. Esto tampoco parece nada del otro mundo pero caminar y estar en esos lugares por los que anduvieron ellos, y sobre todo John, es algo realmente gratificante.

La última parada del tour fue en The Cavern, que fue el club (como un bar donde se hacían recitales) donde comenzaron su carrera. Esto si que no tiene nada de emoción por lo que les voy a contar ahora pero ya que estábamos en Liverpool fuimos a tomarnos unas cervezas, muy buenas por cierto. The Cavern como dije fue el club que los vio nacer y a fines de los sesenta cerro definitivamente sus puertas. Luego lo demolieron para hacer las pasar las vías por ahí y luego se arrepintieron e hicieron un shopping que hoy se llama The Cavern Walks. En la misma calle, a unos metros de donde estaba el original hicieron una reconstrucción del club, ellos dicen que usando algunos de los ladrillos originales cosa que me suena a verso, pero bue. El club original estaba en un subsuelo abajo de una verdulería por lo que dicen los que tuvieron el honor de ir que cuando llegabas al club a la tarde había olor a fruta podrida mezclado con desinfectante. Les cuento esto porque en la replica que hay ahora vos entras, y hay precisamente ese olor y por lo menos te imaginas como puede haber sido un recital ahí.




Bueno, ahí terminó nuestro tour mágico y misterioso, hubiésemos necesitado un día mas para recorrer un poco mas la ciudad que es muy linda pero con esos fue mas que suficiente


lunes, 2 de febrero de 2009

London, baby!!!


Ya hace tiempo que estoy por ponerme a escribir pero por una cosa o la otra no lo he hecho, ahí va lo que fue nuestra experiencia inglesa. Habíamos arrancado con el tema del pasaje en Roma y toda esa cuestión, pero luego de un breve interrogatorio en el aeropuerto me dejaron entrar al Reino Unido. Era tarde y agarramos justo el ultimo tren a Londres (como la canción de la Electric Light Orchestra) que salía desde el aeropuerto Gatwick. Llegamos a la estación de London Bridge, donde teníamos que cambiar de tren y fue realmente muy fácil, y en 20 minuto mas estábamos en el hotel. El hotel estaba a unos 15 minuto en tren del centro de Londres pero para una ciudad tan grande no es nada y el lugar era realmente tranquilo y el hotel muy lindo, viejísimo pero muy lindo.

Ya los ubiqué un poco y ahora pasaré a contarles como fue esa semana. El pronostico era bastante generoso y de los siete días, cinco eran de sol, que para lo que dicen del clima en esos lares es bastante bueno, no? Londres no es una ciudad como Roma o París en la que tengas muchos lugares obligados a los que ir si o si, pero es una ciudad como dos millones de cosas para ver, hacer, etc. La primera imagen fue realmente muy linda, el tren llega al centro de la ciudad pasando por un puente sobre el Támesis y se ve el Big Ben, el parlamento y la rueda de bicicleta gigante que ven en las fotos. Un día de sol espectacular y aprovechamos para recorrer el centro y sacar las fotos de rigor.

Algo que no muchos saben es que Londres tiene muchos museos, pero muchos, y que la mayoría son gratarola, cosa que hizo que los días de lluvia nos metamos en alguno. Son tan grandes que no pudimos terminar de ver ninguno entero pero vimos cosas muy buenas que pasaré a contar. Los ingleses tienen fama de haber sido unos piratas, unos ladrones y unos delincuentes por decir algo, y es cierto. En el British Museum hay cosas de, y anoten, Egipto (no como en el Vaticano que hay dos huevadas, hay de todo, creo que no se afanaron una pirámide porque era muy grande), Grecia (tienen la mitad de las esculturas del Partenón, la otra mitad está en Atenas), ademas de cosas de los Mayas, los Aztecas, China, Japón, Medio Oriente, y la lista es interminable. En el Museo de Ciencias Naturales tienen dinosaurios y cosas por el estilo de todos lados, ahí me di cuenta que para hacer el que yo quiero en el Chocón nos falta bastante. Por suerte te dejan ver esas cosas sin lucrar, así que tan malos no son.

La verdad es que nos pareció una ciudad con todas las letras, en la que tenes cosas para hacer de todos los gustos y a toda hora, una ciudad para vivir. Para hacer todas las cosas que hubiésemos querido nos falto otra semana por lo menos.

Como verán no estoy muy inspirado pero esto hay que publicarlo antes que se haga tarde, así que voy a hacer un resumen y no los aburro mas. Lo mejor es la ciudad en si, muy limpia y ordenada, muy fácil trasladarse de una punta a la otra, muy inglesa. No se escucha un bocinazo, la gente te roza un poco en la calle y te pide perdón, hay gente de todos los colores (cosa que es buena porque hablan ingles tan mal como yo).

Lo peor, que esta lleno de ingleses, y que a lo argentinos no nos quieren mucho (son educados y no te dicen nada pero se les nota en la cara). Que hay muchos monumentos en memoria de los caídos en las distintas guerras, cosa que te lleva a decir: “En todas van a estar metidos ustedes?” Seria mejor que se dejen de joder en vez de hacer tanto monumento. Finalizando, es una ciudad muy linda para vivir, pero no viviría ni loco. Así que para ver lo que nos quedo pendiente tendremos que volver en otra oportunidad, ojalá.